Toledo, Alcalá, Segovia y Ávila: un viaje cultural con Paradores
Monumentos, historia y tradición gastronómica en un viaje al corazón de Castilla
Recorrer Toledo, Alcalá de Henares, Segovia y Ávila en un solo viaje significa adentrarse en cuatro Ciudades Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que concentran historia, cultura y monumentalidad. La experiencia se enriquece, además, con la posibilidad de alojarse en Paradores, todos establecimientos de 4 estrellas que forman parte del patrimonio arquitectónico español y que ofrecen al viajero una inmersión en la esencia de cada destino, combinando confort, tradición y una gastronomía fiel a la tierra. Toledo, inicio de un viaje monumental El recorrido puede comenzar en Toledo (Castilla-La Mancha), la ciudad imperial que se alza sobre el río Tajo. El Parador de Toledo, ubicado en un antiguo cigarral con vistas únicas, brinda una panorámica completa del casco histórico. Desde allí se puede acceder a lugares emblemáticos como la Catedral Primada, el famoso Alcázar, el Monasterio de San Juan de los Reyes, así como a museos, sinagogas y mezquitas. Entre las visitas imprescindibles figuran también la Plaza de Zocodover y la Iglesia de Santo Tomé, que custodia la obra maestra de El Greco. La gastronomía local suma sabores inconfundibles como la perdiz a la toledana o el mazapán.

Alcalá de Henares, cuna de Cervantes A pocos kilómetros, Alcalá de Henares, en la Comunidad de Madrid, ofrece un legado universitario de referencia. Su calle Mayor con soportales, el Colegio de San Ildefonso, la Catedral Magistral y la Casa Natal de Cervantes marcan el pulso cultural de la ciudad. Hospedarse en su Parador permite conectar con esa herencia monumental y disfrutar de una tradición culinaria muy vinculada al tapeo y a escenarios únicos como la histórica Hostería del Estudiante. Segovia, patrimonio y cocina en dos días El itinerario continúa en Segovia, Castilla y León, donde el acueducto romano, la Catedral y el Alcázar protagonizan un conjunto monumental de primer orden. Su Parador se convierte en base ideal para recorrer murallas, iglesias y plazas, además de degustar platos icónicos como el cochinillo asado o los judiones de La Granja. En los alrededores destacan el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso y el Palacio de Riofrío, que amplían la experiencia cultural.

Ávila, ciudad amurallada para culminar el viaje El recorrido puede culminar en Ávila, también en Castilla y León, cuya muralla medieval integra en su trazado el Parador de la ciudad. Desde este enclave, se accede a la Catedral de San Salvador, al Convento de Santa Teresa y a un valioso conjunto de palacios e iglesias románicas. Las privilegiadas vistas desde el humilladero de los Cuatro Postes ofrecen la imagen más icónica de la ciudad, mientras que la mesa local invita a probar las patatas revolconas, el chuletón de raza avileña o las yemas de Santa Teresa.
Viajar por estas cuatro Ciudades Patrimonio de la Humanidad reconocidas por la UNESCO se convierte en una experiencia cultural y gastronómica que además se intensifica al elegir Paradores de Turismo como alojamiento, espacios que suman historia y autenticidad al viaje.