Redescubre Madrid a través de sus fábricas, presas y estaciones de tren
Un viaje al corazón del turismo industrial que revela la innovación y el ingenio que marcaron la región
Más allá de sus palacios y museos, la Comunidad de Madrid invita a un recorrido distinto: el de su patrimonio industrial, un tesoro que muestra cómo la innovación, la arquitectura y la ingeniería marcaron el desarrollo de la región. Antiguas fábricas reconvertidas, presas monumentales, estaciones ferroviarias, minas históricas y espacios de telecomunicaciones forman parte de un legado que combina técnica, historia y cultura, ofreciendo al visitante una experiencia sorprendente y reveladora. El turismo industrial de la capital abre sus puertas a una historia diferente: la del esfuerzo humano por dominar la naturaleza, innovar y transformar la vida cotidiana a través de la industria. Esta ruta alternativa permite conocer no solo la grandeza arquitectónica de palacios y templos, sino también aquellas infraestructuras que sustentaron el crecimiento de la capital y su entorno. Las presas constituyen uno de los capítulos más fascinantes de este legado. Desde la del Pontón de la Oliva y la Presa del Villar, auténticas pioneras en la gestión hidráulica, hasta la imponente Presa de El Atazar –símbolo de modernidad y uno de los muros de contención más singulares del país–, cada obra resume siglos de ingenio y planificación. A ellas se suman proyectos inacabados como la Presa de El Gasco, que recuerdan la magnitud de las ambiciones de épocas pasadas.

Los oficios tradicionales también dejaron huella. En Nuevo Baztán se conserva la visión preindustrial de Juan de Goyeneche, quien levantó durante el siglo XVIII un complejo fabril único en España. Los molinos de Morata de Tajuña o los hornos tinajeros de Colmenar de Oreja son testigos vivos de actividades fundamentales que explican cómo se abastecían las comunidades locales. El siglo XIX y los comienzos del XX transformaron Madrid en un hervidero de fábricas y talleres. La Real Fábrica de Tapices, la antigua fábrica de vidrio de Valdemorillo o el Mercado de San Miguel son claros ejemplos donde la producción artesanal y la arquitectura industrial se dan la mano. Hoy, muchos de estos espacios han sido rehabilitados con fines culturales como Matadero Madrid, convertido en centro de vanguardia, o la fábrica El Águila, actual Archivo y Biblioteca Regional de Madrid. El transporte constituye otro pilar del recorrido. La estación de Atocha, el Museo del Ferrocarril de Madrid, ubicado en la antigua estación de Delicias, o el Tren de la Fresa, que une Madrid con Aranjuez, permiten revivir cómo fueron los inicios del viaje moderno. También la aviación tiene su espacio en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica, así como en los aeródromos históricos de Cuatro Vientos y Getafe, escenarios de algunas páginas destacadas de la historia aeronáutica española.

La electricidad, las telecomunicaciones y la minería completan este itinerario, con espacios como la Nave de Motores de Pacífico, el Espacio Fundación Telefónica o el Museo Lunar de Fresnedillas que recuerdan cómo la región estuvo conectada con hitos globales, desde el alumbrado público hasta las misiones a la Luna. Ubicación:La Comunidad de Madrid se sitúa en el centro geográfico de España. Se comunica por una amplísima red de autopistas radiales, el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y la estación de tren de alta velocidad de Chamartín-Clara Campoamor, que la enlazan con las principales ciudades españolas y europeas.