Seis joyas auténticas y naturales para viajar con calma en España

Playas solitarias, tradición marinera y paisajes de montaña definen seis joyas españolas

Desde acantilados atlánticos hasta valles pirenaicos, España esconde rincones donde el tiempo parece detenerse. Son lugares que invitan a caminar sin prisas, respirar naturaleza pura y reencontrarse con la esencia de la vida local. Playas solitarias, pueblos marineros, islas sostenibles y paisajes de montaña ofrecen experiencias genuinas lejos del bullicio. Un reciente informe de HomeToGo ha seleccionado 6 municipios españoles entre las 50 joyas ocultas de Europa. En el noroeste de la península, Valdoviño (Galicia) emerge como un santuario atlántico donde el mar dibuja acantilados vertiginosos y playas de arena fina, en la que destaca Pantín, célebre por el surf internacional. La calma de Lagoa da Frouxeira invita a dar paseos entre aves migratorias, mientras que los senderos que enlazan faros y miradores permiten disfrutar de panorámicas únicas. Entre jornada y jornada, la cocina marinera ofrece degustaciones de marisco recién capturado, convirtiendo la visita en un encuentro pleno con la naturaleza gallega acompañada de gastronomía local.

Valdoviño (Ferrol, A Coruña) destaca por la gran belleza de su costa. En ella nos encontramos con playas abiertas al mar como O Baleo y Pantín, o el arenal de A Frouxeira
Valdoviño (Ferrol, A Coruña) destaca por la gran belleza de su costa. En ella nos encontramos con playas abiertas al mar como O Baleo y Pantín, o el arenal de A Frouxeira © Shutterstock

En la costa septentrional de A Coruña, Porto de Espasante conserva intacta su esencia marinera. Sus playas tranquilas, los impresionantes senderos que llevan hasta los acantilados y la actividad diaria en la lonja permiten vivir la tradición pesquera desde dentro. Participar en festividades locales dedicadas al mar y compartir con los vecinos la gastronomía local son experiencias que conectan al visitante con un modo de vida pausado y auténtico. Illa de Arousa se revela como un paraíso insular donde la cultura pesquera se entrelaza con paisajes de un gran valor natural. El Parque Natural de Carreirón ofrece rutas para caminar entre dunas y pinares, mientras que los miradores muestran horizontes que se pierden en el Atlántico. La experiencia se completa navegando hasta las bateas para degustar mejillones recién recolectados, una vivencia que refleja la esencia sostenible de la isla. En el litoral de Asturias, el municipio de Lastres sorprende con un casco urbano declarado conjunto Histórico-Artístico. Sus casas de colores se asoman al mar Cantábrico, mientras sus calles empedradas conducen a miradores que regalan vistas de postal. A muy pocos kilómetros, el Museo del Jurásico recuerda que la historia del litoral se escribe desde tiempos remotos. Las rutas de senderismo a acantilados y playas solitarias permiten disfrutar de la naturaleza más indómita en un marco excepcional.

Vista panorámica de Lastres (Asturias)
Vista panorámica de Lastres (Asturias) © Shutterstock

Cambiando de escenario, en el Mediterráneo balear, la localidad de Fornells en Menorca despliega su encanto con un puerto natural de aguas turquesas. Entre calas escondidas, excursiones en kayak y torres defensivas que narran la historia de la isla, los días transcurren con un ritmo sereno. La caldereta de langosta, que es el plato insignia menorquín, invita a disfrutar de la gastronomía mientras se contempla la tranquilidad del mar. Por último, en los Pirineos aragoneses, Biescas brinda un escenario de montaña ideal para el turismo activo y rural. Desde aquí parten rutas de senderismo hacia el Valle de Tena y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde la flora y la fauna pirenaicas sorprenden a cada paso. La arquitectura popular del pueblo y la contundente gastronomía, con migas y quesos artesanos, completan una estancia pensada para quienes buscan aire puro, aventura y autenticidad.

Ruta por la pradera del Parque Nacional de Ordesa hacia la cascada Cola de Caballo, en medio de la belleza natural de los Pirineos en Huesca (Aragón)
Ruta por la pradera del Parque Nacional de Ordesa hacia la cascada Cola de Caballo, en medio de la belleza natural de los Pirineos en Huesca (Aragón) © Shutterstock