Ruta 99: los pueblos más pequeños de la Comunidad Valenciana

Descubre 24 pueblos valencianos con menos de 100 vecinos en una ruta rural única

La Comunidad Valenciana invita a vivir un viaje distinto a través de la Ruta 99, un itinerario que enlaza 24 municipios con menos de cien habitantes, distribuidos entre Castellón, Valencia y Alicante. Diseñada para quienes buscan descanso, raíces y autenticidad, la propuesta anima a sellar una credencial virtual en cada localidad, recorriéndola a pie, en bicicleta, en moto o en familia. Esta experiencia se convierte en una inmersión en paisajes únicos, patrimonio rural y una manera de vivir tranquila y profundamente vinculada a la naturaleza. La Ruta 99 nace con la vocación de revitalizar el interior despoblado, acercando tanto a viajeros como a residentes a enclaves poco conocidos. Desde Famorca, en Alicante, hasta Herbés, en Castellón, el tour teje un hilo invisible entre valles, sierras y cascos históricos que conservan su esencia intacta. La iniciativa de la Generalitat Valenciana fomenta el turismo rural, impulsando la economía local sin alterar el ritmo pausado de sus habitantes. 24 municipios y una credencial Cada visitante puede descargar una credencial digital, que es sellada al llegar a cada uno de los 24 pueblos participantes. Al completarla, no solo se obtiene un certificado simbólico, sino también la certeza de haber explorado algunos de los rincones más genuinos de esta región, desde Carrícola hasta Villores, pasando por aldeas que sorprenden por su autenticidad.

Carrícola, en la provincia de Valencia, es uno de los pueblos incluidos en la Ruta 99
Carrícola, en la provincia de Valencia, es uno de los pueblos incluidos en la Ruta 99 © Shutterstock

Esta ruta admite múltiples formas para recorrerla: senderistas que avanzan por caminos históricos, cicloturistas que enlazan pueblos entre montañas, motoristas que disfrutan de carreteras panorámicas o familias que organizan las etapas a su medida. Esta flexibilidad permite personalizar el viaje, prolongarlo en fines de semana sucesivos y descubrir, sin prisas, la diversidad paisajística y cultural del interior valenciano. Patrimonio cultural y gastronomía de proximidad En cada localidad, Ruta 99 ofrece la oportunidad de admirar iglesias centenarias, ermitas solitarias, castillos y arquitectura popular que narran siglos de historia. A ello se suma la riqueza culinaria: platos tradicionales elaborados con productos kilómetro cero, desde embutidos artesanos hasta guisos de montaña, dulces de almendra y vinos locales que reflejan la esencia de cada comarca. Degustar estas deliciosas recetas se convierte en parte del viaje, una experiencia sensorial que complementa la visita al patrimonio. Pueblos por descubrir En Castellón, esta ruta se adentra en Castell de Cabres, Espadilla, Fuente la Reina, Herbés o Villores. Valencia, por su parte, aporta joyas como Carrícola, Puebla de San Miguel y Sempere, mientras que Alicante suma enclaves de una gran belleza como Benillup, Benimassot y Tollos. Cada una de estas paradas es un encuentro con la arquitectura tradicional, los sabores locales y la calidez de comunidades que mantienen vivas sus raíces.

Vista área de la iglesia de Benillup
Vista área de la iglesia de Benillup © Shutterstock

Más allá del itinerario físico, la Ruta 99 busca reconectar con la memoria y la identidad de estas tierras. Cada visita permite escuchar historias transmitidas de generación en generación, descubrir una naturaleza poco alterada y entender el valor de preservar poblaciones que, pese a su tamaño, encierran una riqueza cultural y humana inmensa.