Personalización y alta gastronomía sitúan a España en la cima del turismo de lujo
Experiencias culinarias, náuticas, wellness y cultura en un solo país
Con una combinación cada vez más afinada de experiencias personalizadas, compromiso sostenible y excelencia gastronómica, España ha consolidado su liderazgo en el turismo de lujo global. El viajero premium actual ya no busca solo alojamiento exclusivo, sino una inmersión cultural auténtica en aquellos destinos que conecten con sus valores. Este enfoque sitúa al país por delante de otros mercados como Italia o Francia, con una oferta centrada en la autenticidad, el bienestar y la alta cocina. Según el último estudio de Condé Nast Johansens, el 30 % de los turistas con un alto poder adquisitivo planea visitar España en el año 2025, superando a otros destinos europeos de referencia. El 76% prioriza las experiencias culinarias por encima de la naturaleza (55%), el arte (48%) o el bienestar (44%). Desde menús degustación en restaurantes con Estrella Michelin hasta tabernas locales, el viajero de lujo valora la autenticidad de cada bocado. España, cuna de la dieta mediterránea y de productos gourmet –como el aceite de oliva virgen extra, los vinos y los cavas– es un referente culinario internacional. Barcelona figura entre las tres ciudades europeas con más Estrellas Michelin –39 en total, distribuidas en 29 restaurantes–. Además, hay 57 restaurantes que han sido galardonados con Estrella Verde por aplicar prácticas sostenibles. Las experiencias a medida y de bienestar también son protagonistas, mientras que las visitas guiadas personalizadas por enclaves patrimoniales, los talleres con artesanos locales o las escapadas wellness completan su oferta de lujo. Costa del Sol (Málaga y Marbella). Más allá de sus hoteles de 5* y compras exclusivas, la región ofrece cenas privadas con chefs locales, rutas náuticas por el litoral andaluz o estancias en villas con spa. También ofrecen visitas guiadas a museos, experiencias en bodegas, celebraciones personalizadas en enclaves naturales e instalaciones para practicar pádel, deporte de moda en el sector lujo.

Comunidad Valenciana. La autenticidad guía la experiencia en la región. Desde clases privadas de cocina con productos de la huerta mediterránea hasta visitas a talleres de cerámica tradicional o catas personalizadas en bodegas locales. El golf (más de 30 campos profesionales), el turismo sostenible y el alojamiento en hoteles con encanto se combinan con recorridos por sus parques naturales o áreas costeras, y experiencias en entornos certificados por su sostenibilidad. Islas Baleares (Mallorca e Ibiza). El lujo balear se define por la personalización y las islas se presentan como destino líder para superyates y barcos de gran eslora. Los tratamientos de spa en acantilados frente al mar o rutas culinarias forman parte del atractivo de Mallorca. A esto, Ibiza suma retiros de yoga, alquiler de villas, beach clubs y rutas en vehículos de alta gama por calas escondidas.

Madrid. La capital propone visitas privadas a museos, compras con un personal shopper en boutiques de lujo, catas exclusivas en espacios enogastronómicos y talleres en barrios históricos. El viajero puede alojarse en hoteles de lujo con suites tematizadas, disfrutar de cenas en restaurantes con Estrellas Michelin –suma un total de 29– con maridajes de vinos exclusivos o acceder a conciertos y eventos culturales desde zonas VIP.