Cinco hoteles rurales de lujo para una escapada de desconexión total
Escapadas exclusivas donde la calma y el confort son protagonistas
Entre viñedos, montañas y paisajes de ensueño, cinco hoteles rurales se han convertido en auténticos templos del bienestar. Sus spas de diseño, tratamientos exclusivos y propuestas de alta gastronomía transforman cada estancia en una experiencia inolvidable. Ya sea en un antiguo monasterio, una finca histórica o un refugio de montaña, todos comparten una misma esencia: lujo, naturaleza y calma en perfecta sintonía, ideales para una escapada de pura desconexión. Galardonado como Mejor hotel de escapada en los Premios Condé Nast 2023, la Residencia, A Belmond Hotel (Deiá, Mallorca) combina historia, naturaleza y naturaleza, convirtiéndose en uno de los rincones más deseados de la isla para desconectar. Ubicado en una villa del siglo XVI rodeada de olivos y montañas, es sinónimo de serenidad mediterránea. Su spa, con ventanales que dejan entrar la luz y el paisaje de Cala Deiá, ofrece tratamientos terapéuticos a medida que elevan la experiencia del relax. Valdepalacios Hotel Gourmand (Torrico, Toledo). En una finca de casi 600 hectáreas, este alojamiento eleva la estancia rural de lujo con 27 habitaciones repartidas entre la casa principal y los jardines. Su propuesta combina safaris para avistar jabalíes, ciervos y gamos, con momentos de serenidad en un spa de grandes ventanales que funde naturaleza y bienestar. La vivencia culmina en el restaurante Tierra, donde el chef Jesús Hernández reinventa la tradición con productos de la propia finca. Lodge Ski & Spa (Sierra Nevada, Granada). Este hotel conjuga el lujo alpino con el encanto rural español. Su acceso directo a las pistas lo convierte en el refugio perfecto para los amantes del esquí, mientras que su spa ofrece piscina interior y exterior, sauna y tratamientos relajantes que reponen el cuerpo tras una jornada en la nieve. Con espacios acogedores, una propuesta gastronómica de mucho nivel y un servicio impecable, se convierte en un sueño hecho realidad.

Finca Cortesín (Casares, Málaga). Con vistas a la sierra malagueña, la finca representa la sofisticación sin artificios. Sus jardines y patios palaciegos invitan a detener el tiempo y entregarse a la calma. Su spa, considerado uno de los más hermosos del país, despliega un abanico de tratamientos de lujo en un entorno de inspiración morisca, india y europea. Entre actividades deportivas y cocina de autor, asegura una experiencia de desconexión sin precedentes. Abadía Retuerta LeDomaine (Sardón de Duero, Valladolid). En plena Ribera del Duero, este hotel destaca por la singularidad de su spa subterráneo, un espacio luminoso que sorprende por su concepto innovador de Spa Sommelier. Algunos tratamientos comienzan con catas de vino, integrando en la experiencia el carácter vinícola de la región. El cinco estrellas, multipremiado y cargado de historia, fusiona silencio, arquitectura y bienestar en un entorno único, ideal para quienes buscan una estancia que combine hedonismo y autenticidad castellana.