Castilla-La Mancha, un destino emergente para el turismo MICE

Historia, modernidad y conectividad para eventos únicos en el corazón de España

Castilla-La Mancha se está consolidando como un destino destacado en el sector MICE (Reuniones, Incentivos, Convenciones y Exhibiciones), gracias a su combinación de patrimonio histórico, modernas infraestructuras y una oferta cultural dinámica. Su identidad singular y la hospitalidad de la región la posicionan como una alternativa competitiva frente a otros destinos consolidados en este segmento. Las cinco capitales de provincia de la región (Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo) están conectadas por una avanzada red de alta velocidad ferroviaria, modernas autovías y carreteras, y por la proximidad a los aeropuertos internacionales de Madrid y Valencia, facilitando el acceso para delegados y organizadores de eventos. Sedes emblemáticas Ciudades como Toledo y Cuenca, ambas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, proporcionan escenarios incomparables para la celebración de congresos y convenciones. Toledo, con su casco histórico y monumentos medievales árabes, judíos y cristianos, cuenta con un Palacio de Congresos con capacidad para hasta 1.000 personas en pleno corazón de la ciudad. Espacios emblemáticos como los cigarrales ofrecen entornos históricos combinados con servicios de alta calidad.

Cuenca ofrece más de 1.300 plazas hoteleras, la mayoría en establecimientos de 3 y 4 estrellas
Cuenca ofrece más de 1.300 plazas hoteleras, la mayoría en establecimientos de 3 y 4 estrellas © Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

Por su parte, Cuenca, conocida como la "ciudad paisaje", fusiona su riqueza natural con una sólida oferta cultural. El Teatro Auditorio de Cuenca José Luis Perales y el paraninfo de la ciudad ofrecen infraestructuras modernas capaces de albergar a 750 y 650 personas, respectivamente. La ciudad también dispone de más de 1.300 plazas hoteleras. Los eventos MICE suelen incorporar experiencias gastronómicas que permiten a los participantes conocer los sabores locales. En Castilla-La Mancha, el enoturismo se ha consolidado como una opción destacada, ofreciendo rutas para visitar viñedos y bodegas, y transformando cada encuentro en una experiencia sensorial completa. Asimismo, la artesanía regional aporta un valor añadido a estos eventos a través de talleres y actividades de team building. Estas iniciativas no solo enriquecen la experiencia de los asistentes, sino que también contribuyen al impulso de la economía local y fomentan el comercio justo. Más información en el Convention Bureau en Castilla-La Mancha.