Castellón, el auténtico estilo de vida mediterráneo
Un destino que une patrimonio, naturaleza y gastronomía de proximidad
La provincia de Castellón, situada al norte de la Comunidad Valenciana, consolida su propuesta como destino turístico integral con una oferta que combina litoral, interior, patrimonio, naturaleza y gastronomía de proximidad. Esta diversidad, unida a su conectividad y al clima mediterráneo, posiciona al territorio como un referente para quienes buscan destinos con identidad propia. Castellón ha logrado mantener la autenticidad de su estilo de vida mediterráneo a través de una oferta turística que abarca desde playas reconocidas con 32 banderas azules hasta parques naturales y una rica tradición gastronómica con productos que proceden de su mar, sus huertas y su ganado local: múltiples variantes de paella, las gambas de Vinarós, las alcachofas de Benicarló, el lenguado de Peñíscola o los tomates de Alcalá-Alcossebre, entre muchos otros. Precisamente, destinos como Vinarós, Peñíscola, Benicasim u Oropesa del Mar también brillan por su calidad ambiental, su infraestructura hotelera y su vínculo con el mar. Al mismo tiempo, el interior de la provincia, con municipios como Morella o Sant Mateu, ofrece experiencias ligadas al turismo rural, la gastronomía de proximidad –aceite, trufa, almendra– y enclaves naturales como la Sierra de Espadán, la Tinença de Benifassá, el Penyagolosa y la Sierra Calderona, que la convierten en la segunda provincia más montañosa del país.

Además, Castellón se ha posicionado como un destino emergente para el turismo deportivo gracias a sus condiciones climáticas, su red de carreteras y sus instalaciones especializadas. Actividades como senderismo, ciclismo, triatlón o fútbol encuentran aquí un entorno idóneo para su desarrollo todo el año. El termalismo también forma parte del atractivo turístico, con espacios como el balneario de Montanejos o los centros de talasoterapia de Benicasim y Oropesa del Mar. Destacan también las Cuevas de San José, el río subterráneo navegable más largo de Europa en la Vall de Uxó y un valioso legado cultural, con enclaves como el casco histórico de Morella, reconocido por ONU Turismo como uno de los mejores pueblos turísticos del mundo.