Benidorm: sol, playa y un modelo de sostenibilidad pionero

Un ejemplo de cómo combinar el éxito turístico con el respeto por el medio ambiente

Benidorm, uno de los destinos más icónicos de la Comunidad Valenciana y del Mediterráneo, por su propuesta de sol y playa, sigue reinventándose, apostando por un modelo de desarrollo sostenible que equilibra el respeto por el medioambiente, el crecimiento económico y el bienestar social. Gracias a su planificación urbanística innovadora y a su firme compromiso por un turismo más responsable, la ciudad ha sido reconocida por la Comisión Europea con el premio “Pionero Verde Europeo del Turismo Inteligente 2025”. Este emblemático destino de la Costa Blanca, que cuenta con más del 60% de su territorio protegido desde 1956, y entre 2011 y 2019 incrementó sus zonas verdes urbanas, confirma que la preservación medioambiental y el desarrollo de propuestas turísticas pueden ir de la mano. La gestión eficiente del ciclo del agua es otro pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad de Benidorm. La ciudad ha alcanzado un índice de efectividad del 95% en su red hídrica, posicionándose como líder en Europa en este ámbito. Este logro se debe a la implementación de sistemas avanzados que permiten reutilizar el agua para riego, limpieza de calles y apoyo a la agricultura local. Desde 1985, cuenta con un laboratorio municipal que analiza la calidad del agua de baño y de la arena, asegurando los mejores estándares de higiene en sus playas durante todo el año. La estrategia de Benidorm para convertirse en una ciudad más responsable incluye la reforestación urbana y la ampliación de sus espacios verdes. En la última década, el número de árboles en áreas urbanas se ha duplicado, pasando de 10.900 a 20.000, al igual que la superficie destinada a jardines y parques. Estas acciones han permitido reducir la temperatura en ciertas zonas de la ciudad hasta en 4°C, favoreciendo así una mejor calidad de vida para residentes y visitantes. Junto a la sostenibilidad medioambiental, la ciudad promueve un modelo económico orientado a fortalecer su tejido productivo local y turístico, a través de la diversificación de la oferta. Como complemento a sus playas de arena fina y aguas cristalinas, como Levante y Poniente, Benidorm ha impulsado festivales como el Benidorm Fest, eventos deportivos como la Benidorm Half y el Campeonato del Mundo de Ciclocross. Al mismo tiempo, promueve rutas de senderismo en la Sierra Helada; o cicloturismo, gracias a sus más de 134 kilómetros de carriles bici y caminos interconectados.