Aragón con alma, un destino que conecta historia, fe y cultura
Arte sacro, catedrales y rutas de fe definen el nuevo impulso del turismo religioso aragonés
Con el proyecto Aragón con Alma, el Gobierno de Aragón apuesta por consolidar su patrimonio espiritual como eje de una propuesta turística singular, poniendo en valor sus rutas de peregrinación, su legado sacro y su red de catedrales y monasterios, creando un producto diseñado para atraer tanto al viajero devoto como al interesado en historia y cultura religiosa, dentro de un modelo turístico sostenible y profesionalizado. El destino ocupa un lugar destacado en el mapa del turismo espiritual por su fuerte vinculación con la devoción mariana. La comunidad acoge algunos de los centros de peregrinación más relevantes del país, encabezados por la Basílica del Pilar, que recibe anualmente a más de cuatro millones de visitantes, y el Santuario de Torreciudad, que ha superado los 12 millones de peregrinos tras su apertura hace cinco décadas. Además, Aragón cuenta con una red de catedrales que abarca diferentes estilos arquitectónicos: desde la Catedral de Jaca, pionera del románico peninsular hasta catedrales mudéjares como las de Tarazona, Teruel y La Seo, todas ellas reconocidas por la UNESCO.

Los caminos de peregrinación como el trazado francés del Camino de Santiago, el Camino Jacobeo del Ebro o la Ruta del Santo Grial aportan una dimensión simbólica y cultural que enriquece la oferta. Y a ello se suma un patrimonio monástico vivo, con ejemplos como el Monasterio de San Juan de la Peña, la Cartuja del Aula Dei o Nuestra Señora del Olivar, que a día de hoy aún habita comunidad religiosa. La comunidad aragonesa ha sido reconocida como Miembro Fundador de la Red Mundial de Turismo Religioso, fortaleciendo su posicionamiento en un mercado global que mueve a 150 millones de viajeros al año. En este contexto, y coincidiendo con el Año Santo 2025, Aragón ha designado una veintena de templos jubilares para acoger peregrinos, abriendo una oportunidad única para articular una oferta espiritual sólida y sostenible durante todo el año.