Innovación, tradición y calidad convierten al destino en la Capital Española de la Gastronomía

La ciudad de Alicante ha sido elegida como Capital Española de la Gastronomía 2025, tomando el relevo a Oviedo y reforzando su posición como destino imprescindible para los amantes de la cocina mediterránea. Con una propuesta basada en la excelencia del producto local, la innovación culinaria y la riqueza de su recetario tradicional, el destino se prepara para un año de eventos, showcooking y experiencias gastronómicas únicas. La elección de Alicante no es casualidad. La ciudad ha sabido preservar y promover una cultura gastronómica centrada en el arroz, con más de 300 preparaciones que van desde el arroz al horno hasta el arroz a banda, pasando por el de atún, el meloso y el de alcachofas. Estos platos combinan ingredientes frescos del mar y la huerta, reflejando la esencia de la dieta mediterránea. ​ Este reconocimiento pone en valor el trabajo de los restaurantes, mercados y productores locales, destacando la identidad culinaria alicantina y su impacto en la economía local. Para celebrar su capitalidad, Alicante desplegará una agenda de actividades para promocionar su oferta culinaria a nivel nacional e internacional. Entre las iniciativas previstas se encuentran rutas gastronómicas, ferias de producto local y encuentros con grandes nombres de la cocina.

Quique Dacosta, chef del restaurante Quique Dacosta (Denia, tres estrellas Michelin) es el mayor exponente de la alta gastronomía en Alicante © Quique Dacosta Restaurante

Del 3 al 6 de octubre, la ciudad acogerá la séptima edición de Alicante Gastronómica 2025, una feria que reunirá a más de 250 expositores y contará con la participación de reconocidos chefs con estrellas Michelin y soles Repsol. Este evento ofrecerá más de 400 actividades, incluyendo ponencias, catas, concursos y talleres, consolidándose como una de las citas gastronómicas más importantes del país. Alicante destaca no solo por su gastronomía, sino también por una sólida infraestructura turística que refuerza su prestigio. Con nueve kilómetros de playas urbanas, una oferta hotelera de 8.000 plazas y más de 3.000 horas de sol al año, la ciudad se consolida como un destino privilegiado para disfrutar tanto de su exquisita cocina como de su atractivo entorno natural.